Cosas Naturales que Jamás Debes Poner Sobre tu Piel: Mitos y Realidades
- Naty QV
- 21 mar
- 3 Min. de lectura

Los remedios caseros y productos naturales suelen parecer la opción más segura y económica para cuidar nuestra piel. Sin embargo, no todo lo que viene de la naturaleza es necesariamente bueno para nuestro rostro. Muchos ingredientes naturales tienen propiedades irritantes, abrasivas o simplemente incompatibles con el pH de la piel. En este artículo te contamos cuáles son esas sustancias naturales que debes evitar a toda costa si deseas una piel sana, equilibrada y libre de irritaciones.
1. Limón
Por qué no usarlo: El limón es ácido, y aunque tiene fama de “aclarar manchas” o “combatir el acné”, su pH puede causar quemaduras químicas, fotosensibilidad y manchas permanentes.
Peligros:
Reacción al sol (fitofotodermatitis)
Irritación y ardor
Manchas oscuras
Alternativa segura: Vitamina C en sueros dermatológicamente formulados.
2. Bicarbonato de Sodio
Por qué no usarlo: Muchas personas lo usan como exfoliante o para “balancear” el pH de la piel, pero es altamente alcalino y daña la barrera cutánea.
Peligros:
Sequedad extrema
Deshidratación
Microfisuras en la piel
Alternativa segura: Exfoliantes químicos suaves como el ácido láctico o el PHA.
3. Pasta dental
Por qué no usarla: Frecuentemente se aplica sobre granos como tratamiento rápido, pero contiene ingredientes como mentol, peróxido y triclosán que no están diseñados para la piel facial.
Peligros:
Quemaduras químicas
Resequedad extrema
Irritación localizada
Alternativa segura: Tratamientos con peróxido de benzoilo o ácido salicílico formulados para acné.
4. Vinagre (especialmente el de manzana)
Por qué no usarlo: Aunque tiene propiedades antimicrobianas, su acidez puede alterar gravemente el equilibrio de la piel y causar quemaduras.
Peligros:
Sensación de ardor
Irritación severa
Reacciones alérgicas
Alternativa segura: Tónicos con ácido glicólico o niacinamida para regular la piel grasa o propensa a imperfecciones.
5. Canela y miel (en mascarillas caseras)
Por qué no usarlas juntas: La canela es muy irritante y puede causar una respuesta alérgica. Aunque la miel es hidratante, la combinación puede ser demasiado agresiva para la piel.
Peligros:
Dermatitis de contacto
Enrojecimiento
Picor e inflamación
Alternativa segura: Mascarillas con avena coloidal y miel de grado dermatológico.
6. Clara de huevo cruda
Por qué no usarla: Algunos la aplican para “cerrar poros” o como mascarilla tensora, pero hay riesgo de contaminación bacteriana (salmonella).
Peligros:
Riesgo de infección
Sequedad
Contaminación cruzada
Alternativa segura: Mascarillas con arcilla o ingredientes purificantes certificados.
7. Aceites esenciales sin diluir
Por qué no usarlos directamente: Aunque naturales, son altamente concentrados y pueden causar quemaduras o sensibilización cutánea.
Peligros:
Dermatitis por contacto
Alergias
Sensibilización a largo plazo
Alternativa segura: Aceites esenciales diluidos en aceites portadores, aplicados bajo supervisión profesional.
8. Azúcar como exfoliante facial
Por qué evitarlo: Las partículas de azúcar son demasiado grandes y abrasivas para la piel del rostro.
Peligros:
Microdesgarros en la piel
Sensibilidad aumentada
Daño a largo plazo
Alternativa segura: Exfoliación química suave con ácidos AHA o BHA.
9. Alcohol (como desinfectante)
Por qué evitarlo: Aunque desinfecta, reseca en exceso y debilita la barrera protectora de la piel.
Peligros:
Irritación
Sequedad extrema
Aumento de la producción de grasa como efecto rebote
Alternativa segura: Productos con alcoholes grasos o formulaciones con ingredientes antibacterianos suaves.
Consejos para Evitar Errores con Productos Naturales
Consulta con un dermatólogo: Antes de aplicar cualquier remedio casero, asegúrate de que sea seguro para tu tipo de piel.
Revisa etiquetas: “Natural” no siempre significa “seguro para la piel”.
Haz pruebas de sensibilidad: Aplica en una zona pequeña antes de usar en todo el rostro.
Evita recetas virales: No todos los consejos de redes sociales están respaldados por expertos.
Educa tu rutina: Invierte en productos diseñados específicamente para el cuidado facial.
La naturaleza ofrece muchos beneficios para nuestra piel, pero también hay ingredientes que deben evitarse por completo. El cuidado de la piel debe ser responsable, informado y guiado por la ciencia, no por mitos o tendencias virales. Si tienes dudas sobre qué usar o qué evitar, consulta con un dermatólogo. Tu piel te lo agradecerá.
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